miércoles, 15 de septiembre de 2010

Esperemos tener lo que queremos.


En estos días me he percatado de lo mucho que se habla y lo poco que se actúa, la libertad de expresión, cívica y de libre mercado todas involucran a una misma persona con un diferente apellido, pero pretenden la misma intención tener “libertad”, muchas veces nos encontramos tan sujetos, tan esclavos de tanta cosa que nos muestra los diversos consumidores que se encuentran.

Pretendemos actuar de una manera para caer bien, para satisfacer al resto, pero muy pocas veces nos preocupamos de nosotros mismos, ni tenemos intimidad, ese dicho que dice “tú mano no sabe como está tú pies, ni tú codo como está tú rodilla”, esto nos está provocando crisis muy graves que luego les otorgamos un nombre y le damos importancia en el momento que ya están avanzadas, configuramos nuestra vida de forma pasiva, no toleramos tantas cosas y creemos que por ir por un camino sin problemas es mejor, pero luego llega un altercado a nuestras vidas y no sabemos como enfrentarlo, la vida te das cuenta que es tan diferente a lo que cuando niño tú creías, pero si estás dispuesto a ser un aventurero, pues es lógico que tendrás mucho más respuestas ya que estás intentando poder ir a un choque eventual y arriesgando tú vida en conocer algo nuevo.

Lo que hemos olvidado es tener actitud, fortaleza y la templanza necesaria para poder actuar sabiendo que probablemente no ganaras, pero si tendrás una nueva experiencia aprendida para luego despegar.

1 comentario:

Isabel dijo...

Agradar al resto se hace màs dificil que agradarse a si mismo, buscamos soluciones de como llegar a lograrlo mientras la vida nos llega a los pies.
Un agrado leer.